El surgimiento de arquitectos preocupados por el respeto por la cultura mapuche, deja en manifiesto un cierto interés por resguardar y respetar los valores tradicionales de los pueblos originarios. Pero ¿Qué importancia tiene esto para el acontecer nacional de un país o de un pueblo como el mapuche? Me surge esta interrogante al leer en un blog la siguiente opinión:
“Que sarta de tonterías hay en este relato, lleno de acontecimientos mágicos. Dejen de ser idealistas y vean la realidad dios no existe ni las leyendas indígenas, ni los sueño reveladores. El problema de los campos es por la tierra y nada más…”; Matías.
Frente a este discurso, uno podría cuestionarse si el estudio por entender la cosmovisión mapuche es esencialmente necesario. Para que preocuparse por orientar una vivienda hacia el este, si finalmente lo que se busca es algo más pragmático y simple. Es más, uno podría cuestionar si lo que se pide es tierra, cualquier terreno que se otorgue, aun que sea en Calama estaría bien, el problema se estaría solucionando. En mi opinión existe una vinculación estrecha entre el mapuche y su religiosidad. Es por eso que no da lo mismo que terreno se entregue o como es la casa que se construye. Si bien es cierto, que independiente si dios existe o no, o si son reales o no las leyendas indígenas, la identidad de cualquier pueblo se forja con un valor ligado a la cosmovisión de cada uno. Dejarlo de lado, es dejar de lado lo que es ser de una cultura, independiente cual sea, seria relegar por el pragmatismo lo que uno es y en lo personal no creo que sea lo que el pueblo mapuche busque. La lucha mapuche si bien es por tierras, no deja de existir por esto, un valor ligado a su cultura, una defensa de esta que se expresa en la defensa de las tierras y en la lucha por su recuperación. Ningún pueblo se sustenta solo por la base de tener tierra, la tierra es la base donde se expresan los múltiples vínculos con la naturaleza, con la religiosidad con el vivir cotidiano.
Volviendo a la arquitectura y con la base teórica expuesta, cabe preguntarse ¿Es la arquitectura una disciplina capaz de resguardar los valores étnicos de una cultura?, yo creo que sin duda la respuesta es si, es más, DEBE hacerlo. El problema de esto recae especialmente en como se logra. Aquí surge la labor del arquitecto, quien deberá generar mecanismos para conocer y comprender la cosmovisión de alguna cultura de manera tal que pueda generar una “etno-arquitectura”. Para lograr esto, es de vital importancia que el arquitecto en si se capacite y se impregne desde diversas fuentes de la cultura de un pueblo.
En Chile en los últimos años, se a implementado el sistema de las EGIS para la construcción de viviendas sociales, cuyo fin es hacer participe a la comunidad del diseño de las soluciones habitacionales donde desarrollaran sus vidas. Las EGIS son guiadas por un equipo de arquitectos que realizan el servicio de gestión inmobiliaria, haciendo un vínculo ente el proyecto y los vecinos. Aplicar esta idea para dar por ejemplo, soluciones habitacionales para los mapuches, tanto en el ambiente rural o como el urbano, es una medida que debe ser aplicada, pero con un arquitecto capacitado y que comprenda la cosmovisión del pueblo, buscando seriedad en un proceso que se fundamenta en la convicción de que resguardad la identidad y cultura de un pueblo, es vital para la subsistencia del mismo.
“Que sarta de tonterías hay en este relato, lleno de acontecimientos mágicos. Dejen de ser idealistas y vean la realidad dios no existe ni las leyendas indígenas, ni los sueño reveladores. El problema de los campos es por la tierra y nada más…”; Matías.
Frente a este discurso, uno podría cuestionarse si el estudio por entender la cosmovisión mapuche es esencialmente necesario. Para que preocuparse por orientar una vivienda hacia el este, si finalmente lo que se busca es algo más pragmático y simple. Es más, uno podría cuestionar si lo que se pide es tierra, cualquier terreno que se otorgue, aun que sea en Calama estaría bien, el problema se estaría solucionando. En mi opinión existe una vinculación estrecha entre el mapuche y su religiosidad. Es por eso que no da lo mismo que terreno se entregue o como es la casa que se construye. Si bien es cierto, que independiente si dios existe o no, o si son reales o no las leyendas indígenas, la identidad de cualquier pueblo se forja con un valor ligado a la cosmovisión de cada uno. Dejarlo de lado, es dejar de lado lo que es ser de una cultura, independiente cual sea, seria relegar por el pragmatismo lo que uno es y en lo personal no creo que sea lo que el pueblo mapuche busque. La lucha mapuche si bien es por tierras, no deja de existir por esto, un valor ligado a su cultura, una defensa de esta que se expresa en la defensa de las tierras y en la lucha por su recuperación. Ningún pueblo se sustenta solo por la base de tener tierra, la tierra es la base donde se expresan los múltiples vínculos con la naturaleza, con la religiosidad con el vivir cotidiano.
Volviendo a la arquitectura y con la base teórica expuesta, cabe preguntarse ¿Es la arquitectura una disciplina capaz de resguardar los valores étnicos de una cultura?, yo creo que sin duda la respuesta es si, es más, DEBE hacerlo. El problema de esto recae especialmente en como se logra. Aquí surge la labor del arquitecto, quien deberá generar mecanismos para conocer y comprender la cosmovisión de alguna cultura de manera tal que pueda generar una “etno-arquitectura”. Para lograr esto, es de vital importancia que el arquitecto en si se capacite y se impregne desde diversas fuentes de la cultura de un pueblo.
En Chile en los últimos años, se a implementado el sistema de las EGIS para la construcción de viviendas sociales, cuyo fin es hacer participe a la comunidad del diseño de las soluciones habitacionales donde desarrollaran sus vidas. Las EGIS son guiadas por un equipo de arquitectos que realizan el servicio de gestión inmobiliaria, haciendo un vínculo ente el proyecto y los vecinos. Aplicar esta idea para dar por ejemplo, soluciones habitacionales para los mapuches, tanto en el ambiente rural o como el urbano, es una medida que debe ser aplicada, pero con un arquitecto capacitado y que comprenda la cosmovisión del pueblo, buscando seriedad en un proceso que se fundamenta en la convicción de que resguardad la identidad y cultura de un pueblo, es vital para la subsistencia del mismo.
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